Mi experiencia con el Mac Mini M2 Pro

He cambiado mi ordenador del trabajo por un Mac Mini M2 Pro. Ahora más que nunca, es importante que separe el uso que hago de mi ordenador cuando es para trabajar, del uso que hago de mi ordenador cuando no es para trabajar. Estos meses no me ha quedado otra que trabajar desde el ordenador de jugar, porque he descubierto que mi viejo MacBook ya no es definitivamente lo que era, pero no se podía caer en la tentación de simplemente reemplazarlo en frío sabiendo que eventualmente Apple acabaría actualizando su Mac Mini.

Elegí un Mac Mini porque ya no tengo la necesidad de trabajar fuera de casa que tenía años, por lo que he preferido sacrificar movilidad en favor de tener un ordenador más potente y una setup más estable y fija en casa. Y un Mac Mini, por ser lo único que me conviene. Un iMac es otra pantalla más que no voy a necesitar, porque ya voy sobrado. Y un Mac Studio es pedir unas prestaciones de hardware en procesador y memoria para las que no estoy a la altura en comparación con el precio que iban a valer también. Con mi Mac Mini M2 Pro he sido capaz de editar ya a estas alturas vídeo en resolución 4K para un proyecto del canal de YouTube a tiempo real, sin cortes ni estar todo el rato cargando.

Creo que otro de los argumentos que ha influenciado esto es el precio de un MacBook Pro en este momento. Me resulta fascinante ver la tabla de precios actual de los MacBook Pro. Entiendo que tienen prestaciones que antes no existían, como Touch ID, Touch Bar, una pantalla de más resolución… pero recuerdo cuando recién anunciada la arquitectura Sillicon, se vendía que una de las características iba a ser una bajada de precio al no tener que pagar royalties a Intel por sus CPUs. Viendo los precios de los MBP en este momento, lo empiezo a dudar.

Un Mac Mini M2 Pro junto a su caja.

En términos de conectividad, no ha dado mucho problema. El aparato lleva detrás cuatro conectores USB-C y dos conectores USB-A. Hubo que hacer de nuevo un poco de cacharreo con mis cables, y también comprar algunos cables nuevos, porque es la primera vez que enchufo un monitor por USB-C, pero una vez resuelto el lío, todo funciona bien.

Como tengo dos ordenadores, utilizo un KVM para compartir fácilmente las pantallas y el hardware más esencial (teclado, ratón y algunos aparatos que no quiero estar enchufando y desenchufando todo el rato) entre los dos ordenadores. Con este aparato puedo cambiar con un botón qué ordenador es el que se ve por mis monitores y también a qué ordenador le conecta el concentrador USB.

Un Mac Mini encima de una alfombrilla de teclado, mostrando sus puertos traseros

En términos de rendimiento. Ni sé cómo medir el rendimiento de una forma «profesional», ni tampoco soy el tipo de persona al que le importe. En fin, si alguien quiere una review detallada y bien medida con números, se ha equivocado de persona. Sin embargo, sí que voy a dar algunos números en base a lo que hago en mi día a día y cómo se compara con mi torre o con mi anterior ordenador.

Una cosa muy importante es que es difícil comparar el rendimiento entre un M1 y un M2. Esto es algo que ya han avisado de antemano muchas personas que sí saben reportar este tipo de datos. Apple Silicon es una arquitectura más potente que lo que ofrece x86 en este momento, por lo que el salto de un Intel a un ARM es bastante brusco. Sin embargo, saltar de un M1 a un M2 no es tan espectacular como puede parecer a primera vista.

Algunas notas sobre la velocidad de este ordenador:

  • Docker para Mac activa el hipervisor en menos de 15 segundos. Nunca había visto que fuese tan rápido. A menudo, para cuando he regresado a la terminal y vuelvo a escribir el comando para lanzar el servidor, o visito localhost, ya ha dado tiempo a que se encienda todo.
  • Al ejecutar suites de tests en Ruby y JavaScript, la percepción es que es más rápido al reportar información. Por ejemplo, veo aparecer puntos más deprisa en una sesión de RSpec. Sin embargo, no es una reducción de tiempo tan drástica como puede parecer.
  • En las tareas de edición de vídeo, aunque me he visto forzado a actualizar a ScreenFlow 10 por incompatibilidades del sistema operativo, el cambio ha merecido la pena. En mi viejo portátil, ScreenFlow reventaba si tenía demasiadas pistas de vídeo, o si tenía vídeos de mucha resolución. Esos proyectos se mueven bien aquí. En este ordenador, estoy exportando vídeos de 10 minutos en 3 minutos.

Lo de tener que cambiar a ScreenFlow 10 es una consecuencia de la arquitectura ARM. Hay gente que sigue teniendo problemas con ARM porque considera que ninguno de sus programas va a funcionar. La realidad es que, quitando ScreenFlow, ningún programa que sólo esté disponible para Intel me ha fallado. El sistema integra una capa de traducción que permite ejecutar aplicaciones de otras arquitecturas.

El principal problema con mi viejo ScreenFlow y Sillicon es que no puede exportar vídeo. Posiblemente la nueva tarjeta gráfica use un modelo de trabajo distinto que no se ve venir. Otro problema es que mi vieja versión de ScreenFlow no podía hacer frente al nuevo sistema de permisos para capturar la pantalla y todo lo que grababa se veía negro. Pero esto creo que es más cosa de macOS que de Sillicon.

¿Alguna cosa negativa a destacar? El sistema operativo como tal.

Aunque macOS ofrece una experiencia de usuario bien integrada y en general sigue siendo la mejor experiencia UNIX a mi punto de vista, algunas de las opciones de privacidad por defecto son excesivamente paranoicas y entorpecen el trabajo. El sistema de permisos para las aplicaciones funciona mejor que en versiones anteriores, pero aun así a veces hay aplicaciones que cuesta bastante hacer que funcionen cuando piden permiso para usar el micrófono o la cámara.

En una necesidad, un día me tuve que conectar por SSH a mi Mac desde mi otro ordenador para copiar una cosa que tenía en mi carpeta de descargas, porque no quería cambiar el KVM. No tuve otra opción que hacerlo de todos modos, porque resulta que el servidor SSH que trae macOS tampoco puede acceder a la carpeta de descargas por defecto, debido a que en versiones modernas de macOS ese directorio requiere que se autorice a cada aplicación por separado antes de que tenga acceso.

macOS 13 tiene bugs, incluso todavía en febrero. Las notificaciones funcionan cuando quieren, y a veces se pierden o no salen en pantalla en primer lugar. Se suele recomendar no actualizar de versión de macOS hasta que pasan unos meses para reducir este tipo de problemas, en lo que se estabiliza. Sin embargo, dado que el ordenador llegó al mundo cuando macOS 13 ya estaba aquí, es imposible volver atrás.

El punto amarillo, siempre vigilando.

Pese a todo esto, en general estoy contento de haber elegido este ordenador y de que generalmente no sea un lastre en mi trabajo. Puedo ser productivo y puedo volver a trabajar con archivos multimedia grandes. Además ahora tengo otra vez todo un ordenador separado para trabajar, así que puedo apagarlo durante el fin de semana y separar el ocio en el otro.

¿Debo recomendar este ordenador? No lo sé. No me gusta recomendar cosas. Hay gente que se piensa que algo le puede valer solamente porque se lo ve a otras personas. Y creo que no es así. En parte pongo esta nota al final del post también para poder enviar el link a este artículo cuando alguien me pregunte por mi ordenador.

Cuando se compra un ordenador, sea del tipo que sea, hay que tener claro por qué se compra (para jugar, para trabajar, como apoyo a una tarea concreta…), y el tipo de cosas que vamos a hacer con él (programar, navegar por internet, editar vídeo, hacer contabilidades…). A mí me soluciona mis problemas y a mí me ha gustado, pero sólo tú puedes responder a esta pregunta en función de tus necesidades.